jueves, 12 de julio de 2018

Dr. Jesús Salvador Hernández, urólogo: "El enemigo es el cáncer de próstata, no el tacto rectal"


El doctor Jesús Salvador Hernández, urólo­go egresado de la Universidad de los Andes con 10 años de experiencia profesional, explica los factores predis­ponentes para desarrollar cáncer de próstata; cómo evitar aquellos que son modificables y comenta sobre los estu­dios para diagnosticar la enfermedad, si es el caso.


LUIS AULAR LEAL
Fotos: Oniel Gómez

-¿Qué es la próstata?
- Es una glándula ubicada en la pel­vis del hombre encargada de secretar sustancias que ayudan a la función re­productiva. Mide unos 2,5 centímetros en condiciones normales y pesa 20 gra­mos aproximadamente

¿Es muy frecuente es el cáncer de próstata?
- Afortunadamente no es tan fre­cuente. De los pacientes con patología prostática sólo el 10 % desarrollan cán­cer de próstata. El 90 % restante pade­cen en su mayoría hiperplasia prostáti­ca benigna (HPB).

- ¿y qué es la hiperplasia prostáti­ca benigna (HPB)?
- Es el aumento del tamaño de la próstata, pero sin tener células malig­nas; es decir, no es un cáncer. Pero en algunos casos, en una pequeña parte de ellos -y que eso quede claro- pu­diera evolucionar a un cáncer de prós­tata. Sin embargo, hay casos donde la glándula no aumenta de tamaño, pero de igual manera se genera cáncer. Por eso es necesario el chequeo regular del paciente.


-¿Cuáles son los síntomas más frecuentes del crecimiento prostáti­co benigno?
- La persona manifiesta dificultad para orinar; disminución en el calibre y fuerza del chorro. Tiene que pararse en la noche varias veces, pues siente la necesidad de orinar. Pero existen otras enfermedades que podrían estar aso­ciadas a estos síntomas como la diabe­tes o un proceso infeccioso, por lo cual hay que descartarlas primero antes de iniciar un tratamiento.

- ¿En qué consiste ese tratamiento?
- En la administración de medica­mentos; unos para relajar el cuello de la vejiga y la porción proximal de la uretra. Eso ayudar a orinar al paciente. Otros inhiben la producción de testosterona que está relacionada con el crecimiento protático.

-¿Cuándo y con qué frecuencia debe asistir un paciente al urólogo?
- Todo hombre a partir de los 45 años debería asistir al menos una vez al año a la consulta para el examen prostático. Pero si su padre o algún hermano han tenido cáncer de próstata, se recomien­da que venga a consulta a partir de los 40.

- ¿Qué le dice a aquellos pacien­tes que se niegan a ir consulta por reservas o miedo al tacto rectal?
- Que le pierdan miedo al tacto, porque el tacto no es el enemigo sino el cáncer. Es un procedimiento médi­co necesario, porque hasta hoy sigue siendo la manera más segura de de­tectar alguna irregularidad o cambio en la consistencia prostática.




-¿Y el antígeno prostático espe­cífico no puede sustituir al tacto?
- No. Es una herramienta que ayu­da mucho, pero debe ir en conjunto con el examen físico y el tacto. Si el antígeno prostático específico (APE) está elevado hay mayor posibilidad de desarrollar cáncer de próstata. Pero no da un diagnóstico definitivo.

-¿Cuáles son los valores norma­les del APE?
- En una persona menor de 50 años el antígeno no debe pasar de 1 ng/ml, aunque no se ha detectado cáncer de próstata con antígeno por debajo de 2,5 ng/ml. Eso es importante porque muchos laboratorios tienen como re­ferencia de valores normales los 4 ng/ml y existe un consenso mundial de las sociedades de urología que estable­cieron los 2,5ng/ml como el valor límite del antígeno, con más de eso, hay riesgo.


-¿Otros factores de riesgo para padecer cáncer de próstata?
Ser mayor de 40 años, la raza; es más frecuente en la raza negra. Tener familiares que hayan padecido la en­fermedad, consumir alimentos ricos en grasa origen animal y fumar cigarrillo entre otros.



- ¿Cómo se hace el diagnóstico definitivo?
- Con la biopsia, que consiste en to­mar una muestra de tejido prostático y examinarlo en un laboratorio. Pero tan­to los síntomas, como el examen físico ayudan mucho. La biopsia confirma el diagnóstico.


- ¿Cuándo se recomienda la ex­tracción de la próstata?
- Cuando no funciona el tratamiento médico y la glándula está tan grande, que impide la micción del paciente, quien se obstruye con frecuencia. En la operación, que puede ser abdominal o laparoscópica se extrae la próstata y se deja la cápsula para facilitar la mic­ción. Naturalmente, si hay un cáncer también se extrae la próstata su cáp­sula y todos los ganglios de la zona incluidos.