• El
legendario comandante de la insurgencia de los 60 ofreció su visión de la
historia y realidad actual venezolana
LUIS AULAR LEAL
Fotos: Tomás Martínez
Fotos: Tomás Martínez
Lleva 72 de sus años 84 conspirando.
¿Contra quién? Contra cualquiera que atropelle al pueblo, ataque la dignidad
del venezolano o pretenda abusar de los más débiles. Su nombre ha sido por
décadas sinónimo de rebeldía. A unos les genera asombro y admiración, a otros,
quizá temor.
Es un caso particular. Tanto a amigos como a adversarios, Douglas Bravo inspira el más sincero respeto, por ser leal y congruente con sus principios y consecuente en sus luchas. Conversó sobre su vida, compañeros de causa, sus preocupaciones por el país y especialmente por la sierra.
“Mi mamá vivía en Cabure y se iba a San
Luis a la misa del padre Rivero”, comenta al rememorar su juventud. Justamente
nació en Cabure el 11 de marzo de 1932. Hijo de Ignacio Bravo y Leonor Mora
Laguna. “Papá se enamoraba de mujeres, cultas, pensadoras y bonitas”, explica
al referirse a su madre y otra dama de apellido Villavicencio con quien su
padre tuvo un hijo, su medio hermano.
Su niñez y adolescencia transcurrieron
entre Cabure, San Luis y La Cruz de Taratara, escuchando las historias del
legendario Rafael Simón Urbina que, entre muchas acciones guerrilleras invadió
a Venezuela al menos tres veces para tratar de derrocar a Gómez. En una de esas
oportunidades lo hizo junto a un grupo de muchachos de la generación del 28,
donde estaban Miguel Otero Silva y Gustavo Machado.
Otra influencia que marcó su juventud
fueron las granjas colectivas organizadas en Cabure un español anarquista de
apellido Simosa. Este había llegado a Venezuela huyendo del franquismo. Creó
una cooperativa y con el principio de que “la tierra es de quien la trabaja”,
organizó a los campesinos. El proceso de siembra y riego era totalmente
ecológico; sin uso de químicos y con abono orgánico.
Mediodía en San Luis del Cariagua, sierra falconiana
Con estas enseñanzas, unidas con los
escritos del padre Rivero Reyes, el maestro Dimas Segovia y don Luis
Villavicencio (los tres de San Luis) quienes advertían sobre la necesidad de
preservar la reserva ecológica de Falcón, se blindó el perfil ecologista del
joven que se fue Coro y luego a Caracas a estudiar bachillerato en los liceos
Razetti y Aplicación.
Caracas y la junta de gobierno de
1945
En 18 de octubre de 1945, un grupo de
militares encabezados por Marcos Pérez Jiménez, Carlos Delgado Chalbaud, Mario
Vargas y Julio César Vargas, protagonizaron un alzamiento militar que terminó
con el derrocamiento del general Isaías Medina Angarita, que era apoyado por el
Partido Democrático Venezolano (PDN) y el Partido Comunista, a cuya juventud pertenecía
Douglas Bravo con tan solo 13 años.
Depuesto el gobierno de Medina, se instaló
una junta cívico militar presidida por Rómulo Betancourt, que expropió a todo
aquel que hubiere estado relacionado con el gomecismo, entre ellos a Pedro
Manuel Arcaya, Arturo Úslar Pietri y Mario Briceño.
El doctor Arcaya, exministro de Gómez,
tuvo varios hijos con doña Emilia Hidalgo. El mayor se llamó Pedro Manuel como
su padre, y Douglas Bravo conspiró con él para derrocar a Bentancourt.
“El doctor Pedro Manuel Hidalgo Rodríguez
era gran amigo de papá. Era un hombre muy culto, abogado, de una familia
antigua. Eran gente muy educada. Yo estaba en conspiración con Hidalgo para
darle un golpe de Estado a Rómulo Betancourt. A mi papá lo matan los adecos.
Después Pedro Manuel Hidalgo me llama, lo voy a visitar y me dice que su hijo
me va a entregar unas armas para combatir al Gobierno. Pero eso no se concretó,
porque el doctor Hidalgo fue asesinado por elementos del gobierno de entonces
en Punto Fijo”.
Luego de eso, vino la primera elección
universal directa y secreta del Presidente de la República. Resultó electo
Rómulo Gallegos. A los ocho meses fue derrocado por los militares a los que
Bravo se opondrá como insurgente al gobierno de Delgado Chalbaud y contra Pérez
Jiménez.
La lucha armada de los años 60
Caída la dictadura, regresan al poder los
partidos políticos tradicionales, pero excluyen al Partido Comunista de
Venezuela del Pacto de Punto Fijo. Esto hace que Bravo y otros militantes
emprendan la lucha armada y constituyan las Fuerzas Armadas de Liberación
Nacional. Por 20 años se mantuvieron alzados en las montañas de Falcón,
Yaracuy, Lara e incluso en Cojedes y Portuguesa.
Durante la lucha armada
Inicialmente contaron con el apoyo de Fidel
Castro. Luego las cosas cambiarían. De esos años se recuerdan a combatientes
emblemáticos como Luben y Teodoro Petkoff, Alí Rodríguez Araque (quien hace
algunos fue ministro de Energía y Petróleo) así como el Chema Saher (hijo del
gobernador adeco don Pablo Saher), todo ellos dirigidos por el comandante
Douglas Bravo.
El comandante Douglas Bravo junto a Alí Rodríguez Araque
Explica que muchos militares activos lo ayudaron
en su causa. “Nosotros logramos infiltrar con la ideología revolucionaria a las
Fuerzas Armadas, por eso muchos de los militares que mandaban a que me
persiguieran me ayudaban”. Por Radio Coro se transmitían mensajes en clave,
“por ejemplo, el mensaje real era ´las tropas bajarán por Churuguara´, y se decía
por Radio Coro que ´corianos que están en Caracas vendrán de paseo a Churuguara´”.
Junto a Luben Petkoff (izquierda) hermano de Teodoro Petkoff. Entre ellos un reportero que los estevistaba
Luego de dos décadas, terminó la
insurgencia y muchos de los guerrilleros optaron por hacer carrera política, aun
así continuaron conspirando en las Fuerzas Armadas y entre los jóvenes
oficiales, un barinés llamado Hugo Chávez, llegó a manifestar simpatía por la
causa del cabureño.
Hubo conversaciones permanentes y
acuerdos, por lo que Bravo estuvo involucrado en la planificación de esta
intentona golpista del 4 de febrero, hasta cuatro meses antes del hecho. Pero
hubo desacuerdos entre los conspiradores que “excluyeron a los civiles y
convirtieron la insurrección en un asunto estrictamente militar”.
La sierra, un “Ortiz” falconiano
El comandante Douglas Bravo sigue
luchando. Sostiene que el socialismo del siglo XXI sectarizó el presupuesto y
los recursos. Para él, la sierra ha sido la región de Falcón más abandonada y
golpeada por todos los gobiernos. “De la sierra sale el agua para todo Falcón y
el pueblo serrano se está muriendo de sed. En la sierra había abundante
producción agrícola y ahora es un desierto. A nuestros pueblos les pasó como al
Ortiz de Casas Muertas de Miguel Otero Silva; pueblo abandonado, porque todos
se fueron en busca de los beneficios que el petróleo trajo a las ciudades”.
Hace unas semanas sirvió de vocero a los
serranos y encabezó una marcha a Coro para exigir bienestar para la sierra. El comandante
desde hace años vive en Caracas, pero sostiene y demuestra con hechos que su
pensamiento está en la tierra que lo vio nacer y la continúa defendiendo para
evitar la desgracia del “Ortiz falconiano", pero también habló sobre otros temas:
- ¿Hasta qué punto el socialismo del
siglo XXI se asemeja a los ideales que usted defendía en los 60?
- En realidad esto nunca llegó a la
categoría de socialismo. Ni siquiera han sido capaces de aprovechar los
recursos petroleros. En el segundo gobierno de Caldera, el barril de petróleo
estaba en 7 dólares y Chávez llegó a tenerlo en 125.
Si multiplicas eso por 3 millones,
obtienes una fabulosa cantidad de dinero que no se aprovechó, sino que se
dilapidó, se regaló al exterior o simplemente se la robaron endeudando al país.
Hoy ha surgido una nueva burguesía y parte de esa burguesía eran compañeros
míos en la guerrilla y lo digo con toda responsabilidad.
-Frecuentemente el partido de
gobierno usa como emblema a figuras como el Chema Saher o Fabricio Ojeda, ¿qué
opinión le merece esta situación?
- Tengo que hacer un reclamo ético, moral
y político a los dirigentes del partido de gobierno, porque ellos no conocieron
ni al Chema Saher, ni a Fabricio Ojeda y utilizan su imagen, su nombre y su
memoria, como si ellos en vida se hubieran puesto una camisa roja y fueran
militantes del PSUV.
Han violado algo sagrado que son figuras
históricas. Por eso cuando se escriba la historia, saldrá a la luz que lo que estas
personas difunden es todo lo contrario de lo que el Chema Saher o Fabricio
Ojeda defendieron cuando estábamos en la insurgencia. Yo sí conocí al Chema; desde
los años cuando mi tía venía a comprar productos en casa de don Pablo en Coro.
Luego vino el despertar de su conciencia política y la lucha armada.
Igual ha pasado con el uso y la
manipulación con fines politiqueros del pensamiento, la obra y la memoria del
Libertador Simón Bolívar y los patriotas de la Independencia. Ellos, y lo que
hicieron por la patria, no tiene nada que ver con el desastre que ha hecho este
gobierno mal llamado “bolivariano”.
- Usted se ha opuesto a todos los
gobiernos desde 1945 hasta la fecha, ¿con cuál se queda?
- No me quedo con ninguno. Estuve 10 años
contra Delgado Chalbaud y Pérez Jiménez, 40 contra AD y Copei y llevo 17
atacando a este gobierno. Pero sin duda alguna, este ha sido el peor de todos.
- ¿Qué opinión le merece el gobierno
de Marcos Pérez Jiménez?
- En esa época yo estaba en Caracas y
militaba en la juventud comunista. Fue una dictadura, es así; no había libertades,
pero tengo que reconocer que Pérez Jiménez es el que inicia el verdadero desarrollo
industrial de Venezuela. Modernizó al país y entre otras empresas creó la
siderúrgica, empezamos a fabricar nuestras propias piezas metalúrgicas.
Reconozco que nosotros no imaginábamos que
ese desarrollo iba a ser nacionalista. Pero a la larga entendimos que sí. Y es
conveniente recordar que Estados Unidos participó en la caída de Pérez Jiménez,
porque las transnacionales se molestaron al ver que Venezuela iba consolidando una
verdadera independencia.
- ¿Cuáles fueron las luces y sombras
de los 40 años de AD y Copei?
- Abrieron la posibilidad de que se
estableciera un régimen de libertades amplias y democráticas. En lo industrial
no hicieron nada bueno. Pero en lo político fueron terribles, porque Betancourt
se alineó con Estados Unidos y dijo que iba a segregar a los comunistas.
- ¿Qué le dejó Chávez a Venezuela?
- Nada positivo. Porque traicionó los
ideales revolucionarios que un día dijo tener. Chávez militó 10 años con el
PRD, pero antes del 4 de febrero de 1992 sabemos que contactó con la gente de
Uslar Pietri y de Caldera. Él dijo “los civiles estorban, los llevaré a
Miraflores cuando llegue”. Eso nos dio una idea del talante real que tenía.
- ¿Qué opinión le merece la política
internacional de Venezuela de estos 17 años de gobierno?
- Este Gobierno traicionó a la patria en
el caso de la defensa del Esequibo. Fidel Castro dijo en 1981 que Venezuela no
tenía por qué reclamar el Esequibo a Guyana y acusó al Gobierno venezolano de
ser imperialista. Al parecer Chávez siguió las instrucciones de Fidel, porque
desde 1999 y hasta su muerte, hubo una política más bien entreguista de nuestro
territorio Esequibo hacia Guyana.
Además, la traición no ha sido solo con
Guyana; Venezuela ha otorgado en convenios internacionales concesiones a otros
países donde se entrega el país. Hoy pueden presentarse en Venezuela soldados
chinos, rusos, bielorrusos, de Estados Unidos o Inglaterra y pueden decir “este
territorio es mío” porque prácticamente ha sido vendido.
Nosotros hemos ido al Tribunal Supremo de
Justicia a denunciar esto y más que traición a la patria lo hemos calificado
como la venta de la República.
-Ante la realidad nacional, ¿qué
podemos hacer?
- Para cambiar el país hace falta
jóvenes. Sangre nueva, que quieran al país, esa es la esperanza. Estamos en un
momento crítico en la historia de Venezuela, pero también es una oportunidad, porque
los cambios de una sociedad y pensamiento ocurren cuando pasan cosas como esta.
-¿Está de acuerdo con el referendo
revocatorio o la enmienda para recortar el mandato al presidente Maduro?
-Yo creo más en la gente en la calle. En la revuelta de las muchedumbres que siempre ha renovado las sociedades en Europa, América o en cualquier parte del mundo. A la gente que quiere a este país y especialmente a los jóvenes les digo: Esta es la oportunidad para tomar el poder, de tal manera que no hay que perder tiempo, ni dudar.
-Yo creo más en la gente en la calle. En la revuelta de las muchedumbres que siempre ha renovado las sociedades en Europa, América o en cualquier parte del mundo. A la gente que quiere a este país y especialmente a los jóvenes les digo: Esta es la oportunidad para tomar el poder, de tal manera que no hay que perder tiempo, ni dudar.