viernes, 6 de mayo de 2016

Douglas Bravo: “Muchos revolucionarios pasaron a ser burgueses”




El legendario comandante de la insurgencia de los 60 ofreció su visión de la historia y realidad actual venezolana

LUIS AULAR LEAL
Fotos: Tomás Martínez

Lleva 72 de sus años 84 conspirando. ¿Contra quién? Contra cualquiera que atropelle al pueblo, ataque la dignidad del venezolano o pretenda abusar de los más débiles. Su nombre ha sido por décadas sinónimo de rebeldía. A unos les genera asombro y admiración, a otros, quizá temor.

Es un caso particular. Tanto a amigos como a adversarios, Douglas Bravo inspira el más sincero respeto, por ser leal y congruente con sus principios y consecuente en sus luchas. Conversó sobre su vida, compañeros de causa, sus preocupaciones por el país y especialmente por la sierra.

“Mi mamá vivía en Cabure y se iba a San Luis a la misa del padre Rivero”, comenta al rememorar su juventud. Justamente nació en Cabure el 11 de marzo de 1932. Hijo de Ignacio Bravo y Leonor Mora Laguna. “Papá se enamoraba de mujeres, cultas, pensadoras y bonitas”, explica al referirse a su madre y otra dama de apellido Villavicencio con quien su padre tuvo un hijo, su medio hermano.

Su niñez y adolescencia transcurrieron entre Cabure, San Luis y La Cruz de Taratara, escuchando las historias del legendario Rafael Simón Urbina que, entre muchas acciones guerrilleras invadió a Venezuela al menos tres veces para tratar de derrocar a Gómez. En una de esas oportunidades lo hizo junto a un grupo de muchachos de la generación del 28, donde estaban Miguel Otero Silva y Gustavo Machado.

Otra influencia que marcó su juventud fueron las granjas colectivas organizadas en Cabure un español anarquista de apellido Simosa. Este había llegado a Venezuela huyendo del franquismo. Creó una cooperativa y con el principio de que “la tierra es de quien la trabaja”, organizó a los campesinos. El proceso de siembra y riego era totalmente ecológico; sin uso de químicos y con abono orgánico.


 Mediodía en San Luis del Cariagua, sierra falconiana 


Con estas enseñanzas, unidas con los escritos del padre Rivero Reyes, el maestro Dimas Segovia y don Luis Villavicencio (los tres de San Luis) quienes advertían sobre la necesidad de preservar la reserva ecológica de Falcón, se blindó el perfil ecologista del joven que se fue Coro y luego a Caracas a estudiar bachillerato en los liceos Razetti y Aplicación.


Caracas y la junta de gobierno de 1945
En 18 de octubre de 1945, un grupo de militares encabezados por Marcos Pérez Jiménez, Carlos Delgado Chalbaud, Mario Vargas y Julio César Vargas, protagonizaron un alzamiento militar que terminó con el derrocamiento del general Isaías Medina Angarita, que era apoyado por el Partido Democrático Venezolano (PDN) y el Partido Comunista, a cuya juventud pertenecía Douglas Bravo con tan solo 13 años.

Depuesto el gobierno de Medina, se instaló una junta cívico militar presidida por Rómulo Betancourt, que expropió a todo aquel que hubiere estado relacionado con el gomecismo, entre ellos a Pedro Manuel Arcaya, Arturo Úslar Pietri y Mario Briceño.

El doctor Arcaya, exministro de Gómez, tuvo varios hijos con doña Emilia Hidalgo. El mayor se llamó Pedro Manuel como su padre, y Douglas Bravo conspiró con él para derrocar a Bentancourt.

“El doctor Pedro Manuel Hidalgo Rodríguez era gran amigo de papá. Era un hombre muy culto, abogado, de una familia antigua. Eran gente muy educada. Yo estaba en conspiración con Hidalgo para darle un golpe de Estado a Rómulo Betancourt. A mi papá lo matan los adecos. Después Pedro Manuel Hidalgo me llama, lo voy a visitar y me dice que su hijo me va a entregar unas armas para combatir al Gobierno. Pero eso no se concretó, porque el doctor Hidalgo fue asesinado por elementos del gobierno de entonces en Punto Fijo”.

Luego de eso, vino la primera elección universal directa y secreta del Presidente de la República. Resultó electo Rómulo Gallegos. A los ocho meses fue derrocado por los militares a los que Bravo se opondrá como insurgente al gobierno de Delgado Chalbaud y contra Pérez Jiménez.

La lucha armada de los años 60
Caída la dictadura, regresan al poder los partidos políticos tradicionales, pero excluyen al Partido Comunista de Venezuela del Pacto de Punto Fijo. Esto hace que Bravo y otros militantes emprendan la lucha armada y constituyan las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional. Por 20 años se mantuvieron alzados en las montañas de Falcón, Yaracuy, Lara e incluso en Cojedes y Portuguesa. 

 Durante la lucha armada 

Inicialmente contaron con el apoyo de Fidel Castro. Luego las cosas cambiarían. De esos años se recuerdan a combatientes emblemáticos como Luben y Teodoro Petkoff, Alí Rodríguez Araque (quien hace algunos fue ministro de Energía y Petróleo) así como el Chema Saher (hijo del gobernador adeco don Pablo Saher), todo ellos dirigidos por el comandante Douglas Bravo.

El comandante Douglas Bravo junto a Alí Rodríguez Araque 

Explica que muchos militares activos lo ayudaron en su causa. “Nosotros logramos infiltrar con la ideología revolucionaria a las Fuerzas Armadas, por eso muchos de los militares que mandaban a que me persiguieran me ayudaban”. Por Radio Coro se transmitían mensajes en clave, “por ejemplo, el mensaje real era ´las tropas bajarán por Churuguara´, y se decía por Radio Coro que ´corianos que están en Caracas vendrán de paseo a Churuguara´”.

Junto a Luben Petkoff (izquierda) hermano de Teodoro Petkoff. Entre ellos un reportero que los estevistaba

Luego de dos décadas, terminó la insurgencia y muchos de los guerrilleros optaron por hacer carrera política, aun así continuaron conspirando en las Fuerzas Armadas y entre los jóvenes oficiales, un barinés llamado Hugo Chávez, llegó a manifestar simpatía por la causa del cabureño.

Hubo conversaciones permanentes y acuerdos, por lo que Bravo estuvo involucrado en la planificación de esta intentona golpista del 4 de febrero, hasta cuatro meses antes del hecho. Pero hubo desacuerdos entre los conspiradores que “excluyeron a los civiles y convirtieron la insurrección en un asunto estrictamente militar”.

La sierra, un “Ortiz” falconiano
El comandante Douglas Bravo sigue luchando. Sostiene que el socialismo del siglo XXI sectarizó el presupuesto y los recursos. Para él, la sierra ha sido la región de Falcón más abandonada y golpeada por todos los gobiernos. “De la sierra sale el agua para todo Falcón y el pueblo serrano se está muriendo de sed. En la sierra había abundante producción agrícola y ahora es un desierto. A nuestros pueblos les pasó como al Ortiz de Casas Muertas de Miguel Otero Silva; pueblo abandonado, porque todos se fueron en busca de los beneficios que el petróleo trajo a las ciudades”.


Hace unas semanas sirvió de vocero a los serranos y encabezó una marcha a Coro para exigir bienestar para la sierra. El comandante desde hace años vive en Caracas, pero sostiene y demuestra con hechos que su pensamiento está en la tierra que lo vio nacer y la continúa defendiendo para evitar la desgracia del “Ortiz falconiano", pero también habló sobre otros temas:

- ¿Hasta qué punto el socialismo del siglo XXI se asemeja a los ideales que usted defendía en los 60?
- En realidad esto nunca llegó a la categoría de socialismo. Ni siquiera han sido capaces de aprovechar los recursos petroleros. En el segundo gobierno de Caldera, el barril de petróleo estaba en 7 dólares y Chávez llegó a tenerlo en 125.

Si multiplicas eso por 3 millones, obtienes una fabulosa cantidad de dinero que no se aprovechó, sino que se dilapidó, se regaló al exterior o simplemente se la robaron endeudando al país. Hoy ha surgido una nueva burguesía y parte de esa burguesía eran compañeros míos en la guerrilla y lo digo con toda responsabilidad.

-Frecuentemente el partido de gobierno usa como emblema a figuras como el Chema Saher o Fabricio Ojeda, ¿qué opinión le merece esta situación?
- Tengo que hacer un reclamo ético, moral y político a los dirigentes del partido de gobierno, porque ellos no conocieron ni al Chema Saher, ni a Fabricio Ojeda y utilizan su imagen, su nombre y su memoria, como si ellos en vida se hubieran puesto una camisa roja y fueran militantes del PSUV.

Han violado algo sagrado que son figuras históricas. Por eso cuando se escriba la historia, saldrá a la luz que lo que estas personas difunden es todo lo contrario de lo que el Chema Saher o Fabricio Ojeda defendieron cuando estábamos en la insurgencia. Yo sí conocí al Chema; desde los años cuando mi tía venía a comprar productos en casa de don Pablo en Coro. Luego vino el despertar de su conciencia política y la lucha armada.

Igual ha pasado con el uso y la manipulación con fines politiqueros del pensamiento, la obra y la memoria del Libertador Simón Bolívar y los patriotas de la Independencia. Ellos, y lo que hicieron por la patria, no tiene nada que ver con el desastre que ha hecho este gobierno mal llamado “bolivariano”.


- Usted se ha opuesto a todos los gobiernos desde 1945 hasta la fecha, ¿con cuál se queda?
- No me quedo con ninguno. Estuve 10 años contra Delgado Chalbaud y Pérez Jiménez, 40 contra AD y Copei y llevo 17 atacando a este gobierno. Pero sin duda alguna, este ha sido el peor de todos.


- ¿Qué opinión le merece el gobierno de Marcos Pérez Jiménez?
- En esa época yo estaba en Caracas y militaba en la juventud comunista. Fue una dictadura, es así; no había libertades, pero tengo que reconocer que Pérez Jiménez es el que inicia el verdadero desarrollo industrial de Venezuela. Modernizó al país y entre otras empresas creó la siderúrgica, empezamos a fabricar nuestras propias piezas metalúrgicas.

Reconozco que nosotros no imaginábamos que ese desarrollo iba a ser nacionalista. Pero a la larga entendimos que sí. Y es conveniente recordar que Estados Unidos participó en la caída de Pérez Jiménez, porque las transnacionales se molestaron al ver que Venezuela iba consolidando una verdadera independencia.

- ¿Cuáles fueron las luces y sombras de los 40 años de AD y Copei?
- Abrieron la posibilidad de que se estableciera un régimen de libertades amplias y democráticas. En lo industrial no hicieron nada bueno. Pero en lo político fueron terribles, porque Betancourt se alineó con Estados Unidos y dijo que iba a segregar a los comunistas.

- ¿Qué le dejó Chávez a Venezuela?
- Nada positivo. Porque traicionó los ideales revolucionarios que un día dijo tener. Chávez militó 10 años con el PRD, pero antes del 4 de febrero de 1992 sabemos que contactó con la gente de Uslar Pietri y de Caldera. Él dijo “los civiles estorban, los llevaré a Miraflores cuando llegue”. Eso nos dio una idea del talante real que tenía.

- ¿Qué opinión le merece la política internacional de Venezuela de estos 17 años de gobierno?
- Este Gobierno traicionó a la patria en el caso de la defensa del Esequibo. Fidel Castro dijo en 1981 que Venezuela no tenía por qué reclamar el Esequibo a Guyana y acusó al Gobierno venezolano de ser imperialista. Al parecer Chávez siguió las instrucciones de Fidel, porque desde 1999 y hasta su muerte, hubo una política más bien entreguista de nuestro territorio Esequibo hacia Guyana.

Además, la traición no ha sido solo con Guyana; Venezuela ha otorgado en convenios internacionales concesiones a otros países donde se entrega el país. Hoy pueden presentarse en Venezuela soldados chinos, rusos, bielorrusos, de Estados Unidos o Inglaterra y pueden decir “este territorio es mío” porque prácticamente ha sido vendido.

Nosotros hemos ido al Tribunal Supremo de Justicia a denunciar esto y más que traición a la patria lo hemos calificado como la venta de la República.

-Ante la realidad nacional, ¿qué podemos hacer?
- Para cambiar el país hace falta jóvenes. Sangre nueva, que quieran al país, esa es la esperanza. Estamos en un momento crítico en la historia de Venezuela, pero también es una oportunidad, porque los cambios de una sociedad y pensamiento ocurren cuando pasan cosas como esta.

-¿Está de acuerdo con el referendo revocatorio o la enmienda para recortar el mandato al presidente Maduro?
 -Yo creo más en la gente en la calle. En la revuelta de las muchedumbres que siempre ha renovado las sociedades en Europa, América o en cualquier parte del mundo. A la gente que quiere a este país y especialmente a los jóvenes les digo: Esta es la oportunidad para tomar el poder, de tal manera que no hay que perder tiempo, ni dudar.

Con el comandante Douglas Bravo al finalizar la entrevista