- El archipiélago siempre le ha pertenecido a Venezuela, es la prueba más contundente de la soberanía nacional sobre el golfo y otorga a la nación 200 millas náuticas de zona económica exclusiva
- En 1952 el gobierno del general Marcos Pérez Jiménez creó en Los Monjes Sur, una estación de guardacostas y un faro
- Las ocho islas de origen volcánico marcan la entrada y salida al golfo. Ocasionalmente sirven de refugio a los pescadores de Paraguaná que laboran en el área
LUIS AULAR LEAL
Fotos: Oniel Gómez
Publicado en el diario El Falconiano el 4 de noviembre de 2013.
En lo más al norte del golfo de
Venezuela, en medio de la inmensidad del azul rey, emergen como custodios de la
soberanía nacional un grupo de islas de roca sólida de origen volcánico. El
archipiélago de Los Monjes, llamado así quizás por la austeridad y soledad que
los caracteriza, además de su accidentado relieve cuya altura máxima llega
apenas a los 70 metros.
Son en total ocho islas,
distribuidas en tres grupos: Los Monjes Sur que son las dos islas más grandes
conectadas por un puente artificial y en conjunto tienen 600 metros de
longitud.
Tienen una pequeña bahía, un muelle de pesca y una rampa de desembarque. La parte sur dispone de un faro construido originalmente en 1952 y reemplazado por uno nuevo en 2003.
Tienen una pequeña bahía, un muelle de pesca y una rampa de desembarque. La parte sur dispone de un faro construido originalmente en 1952 y reemplazado por uno nuevo en 2003.
A estos le siguen el Monje Este,
una isla pequeña con una altura de 43 metros, conocida como “Águila de los
Monjes” y Los Monjes del Norte que son seis rocas pequeñas; la más grande de
las cuales alcanza los 41 metros de altitud. El archipiélago está bajo la
jurisdicción de las Dependencias Federales.
La Estación Secundaria de Vigilancia Costera Felipe Batista
Desde la época del general Marcos
Pérez Jiménez, existe una estación de vigilancia costera en Los Monjes Sur,
inicialmente estaba adscrita a la Guardia Nacional y luego pasó a la Armada.
El
contralmirante Ramón Costero Corona, comandante de Guardacostas de la Armada
Nacional Bolivariana, explicó: “Esta estación es estratégicamente importante para
la defensa de la soberanía nacional. Es sabido que por años Colombia ha
pretendido hacer creer que existe algún tipo de duda acerca de la soberanía
venezolana sobre Los Monjes, pero es conocido históricamente, por las cartas de
navegación y por pruebas irrefutables que este archipiélago es venezolano y no hay
nada que discutir”.
Por su parte, el capitán de Navío
Rodolfo Sánchez Veroes, comandante de la Estación Principal de Guardacostas
Punto Fijo, cuya área de acción incluye Los Monjes, comentó que en la zona, además de custodiar la soberanía nacional, se combate el tráfico de personas y combustible.
Actualmente 22 efectivos de la
Armada se encuentran permanentemente en la Estación Secundaria de Guardacostas Felipe Batista, de Los Monjes, que posee un sistema capaz de detectar el
tránsito de cualquier tipo de embarcaciones en toda la
extensión el golfo y la zona occidental del mar venezolano. De acuerdo con el teniente de fragata Miguel Ángel Toro Álvarez, comandante de la estación,
“desde aquí hemos detectado buques incluso en La Orchila, isla que se encuentra
mucho más allá del golfo”.
Apoyo a los pescadores
Una de las principales labores
efectuadas por la estación de Los Monjes, es prestar apoyo a los pescadores que
trabajan en la zona, que en su mayoría son de Paraguaná. “Aquí los ayudamos en
lo que necesiten, muchas veces se han quedado a dormir en la estación, previa revisión
de sus documentos”, agregó Toro Álvarez, quien también recuerda la importancia
de estas islas para la zona económica exclusiva de Venezuela en el mar.
“Los Monjes siempre han sido Venezolanos”
En vista de la importancia del archipiélago en la defensa de la soberanía nacional, se consultó la opinión de un especialista en Derecho Marítimo, Salomón Lugo Colina, abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello, con doctorado en Derecho Constitucional Iberoamericano y especialista en Comercio Marítimo Internacional.
En vista de la importancia del archipiélago en la defensa de la soberanía nacional, se consultó la opinión de un especialista en Derecho Marítimo, Salomón Lugo Colina, abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello, con doctorado en Derecho Constitucional Iberoamericano y especialista en Comercio Marítimo Internacional.
Lugo es además oficial asimilado de la Armada,
donde prestó servicio por espacio de siete años y ofreció detalles de la importancia jurídica, comercial y naval
del archipiélago de Los Monjes para Venezuela:
- ¿Cuál es la importancia del archipiélago de Los Monjes para la soberanía nacional y más específicamente para la defensa del golfo de Venezuela?
- El archipiélago de Los Monjes
es un elemento medular para la fijación de nuestra soberanía marítima y la
entrada y salida al Golfo de Venezuela; si utilizamos un ejemplo ilustrativo
sería una especie de botonadura que protege un cuello ya que gracias a la
presencia de nuestra Armada, allí se asegura no sólo esa parte de nuestras
fronteras, sino que permite advertir con anticipación geográfica sobre
cualquier amenaza que pudiera afectar el tráfico marítimo - especialmente el
petrolero - desde y hacia Venezuela.
- Indiscutiblemente y desde antes
que Venezuela fuese una república lo han sido y la cartografía colonial así lo
confirma. Este hecho ha sido admitido de forma pública incluso por los mismos
presidentes colombianos, tal y como lo hizo en 1971 el doctor Roberto Urdaneta
Arbeláez.
- ¿Qué puede contarnos acerca del incidente internacional con Colombia
ocurrido en el archipiélago de Los Monjes durante el gobierno del general Pérez
Jiménez?
- Eso fue el 1 de marzo de 1952, cuando la Fragata Colombiana “Almirante Padilla” atracó en Los Monjes del Norte
e hizo disparos de artillería en contra de los buques pesqueros venezolanos que
se resguardaban en la zona.
Fue un pulso entre los dos países, ya que a
principios de ese año se había instalado en Los Monjes del Sur un faro y Venezuela
había efectuado sin agresión orientada maniobras de artillería para dejar
constancia de nuestra soberanía. Esto es bueno que se sepa, para que se note y
evalúe la diferencia de estilos con que ambos países administran la violencia.
- ¿Cuáles acuerdos internacionales firmados por la nación vinculan a
Los Monjes?
- Son varios y prolongados
cronológicamente van desde el Tratado Pombo – Michelena de 1833; el Laudo
Español de la Reina María Cristina de 1891; el Laudo suizo de 1922; el Tratado
de Cúcuta de 1941 y la nota de la Cancillería Colombiana del 22 de noviembre de
1952, hasta la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de
1982.
- Hipotéticamente, ¿qué pasaría si Los Monjes no existieran?
- La frontera occidental marítima
sería en extensión de tan sólo 12 millas náuticas, más o menos la distancia que
hay entre el Cabo San Román y Aruba. No gozaríamos de las 200 millas de Zona
Económica Exclusiva que el archipiélago nos aporta. Lo que en la práctica se
traduciría en limitaciones para cualquier iniciativa venezolana sobre
explotación comercial petrolera, gasífera y pesquera, para la investigación científica
y para el transporte acuático y aéreo de nuestros productos.
- ¿Qué tan importante considera usted que es el conocimiento del pueblo
venezolano sobre el rol estratégico de Los Monjes?
- La defensa de la soberanía de
las fronteras venezolanas no son tareas reservadas exclusivamente al estamento
militar, la Constitución Nacional dispone un concepto integral de seguridad y
defensa de los intereses nacionales; con esto quiero decir, que la ciudadanía
en general debe tener y necesita adquirir información de las fortalezas y
debilidades que presenta el país con relación a estos temas. Lo que no se conoce no se valora y lo que no se valora, corre el riesgo de perderse.
- ¿Desde el punto de vista jurídico, existe alguna mínima validez en las
pretensiones de despojo territorial de Colombia hacia los espacios del golfo
cercanos a los Monjes?
- Ninguna. De allí la importancia
que la política exterior en materia de fronteras sea diseñada con vocación de
permanencia, sin que sea susceptible a ser modificada por valoraciones
oportunistas o que obedezcan a pretensiones caprichosas. El tema de las
fronteras, al menos en el caso venezolano, no admite posiciones ambiguas o
tibias.
La Armada Nacional ejercer permanente vigilancia del archipiélago, en la imagen el buque de vigilancia costera ARBV-Guaicamacuto GC-21
Ya en los 80 se propuso la teoría
del condominio para la gestión del Golfo de Venezuela; esta teoría sólo eficaz
en teoría, no hizo más que avivar la beligerancia entre los dos países, quienes
estuvieron a punto de ir a un enfrentamiento por la soberanía de nuestro golfo.