sábado, 13 de septiembre de 2014

Yolanda Moreno: "La Negrita Marisol aprendió a bailar cantando"



LUIS AULAR LEAL
Fotos: Silvio Chiquito

Dice que a los 13 años aprendió a bailar cantando. Su vitalidad, energía y entusiasmo son probablemente las causas de que la gente diga: “¡Es que esa mujer está igualita, no cambia!”, al referirse a Yolanda Moreno, cuyo nombre es símbolo de movimiento, color e identidad nacional. Recientemente visitó Paraguaná y en entrevista exclusiva para el Diario EL FALCONIANO, conversó sobre su trayectoria, alegrías y lo que espera de la juventud venezolana.

“Yo aprendí a bailar cantando”
Yolanda Moreno nació en el Guarataro, Caracas y pasó su niñez en una residencia donde su mamá era la encargada. En 1953 cuando tenía 13 años se inició como cantante del coro de trabajadores del Ministerio del Trabajo. “Era la época en que Caracas era visitada por mexicanas y españolas, presentadas en los tabladillos y retablos; ahí yo actuaba como cantante, empezamos con pequeñas dancitas y vimos la emoción que causaba en el público un movimiento, en ese instante surgió la idea de crear el grupo de danza, por eso digo que aprendí a bailar cantando”, comenta.

La negrita Marisol
“Iniciamos un movimiento innovador, porque ahora la danza llegaría al pueblo. En aquella época para estudiar danza había que tener dinero y era solo para aprender ballet; y claro una negrita bailando ballet era entonces casi un sacrilegio, por eso le dimos identidad nacional a la danza e incluso por mucho tiempo me conocieron como La Negrita Marisol”.



La Negrita Marisol fue una coreografía montada con la homónima canción de Conny Méndez, que junto a otros montajes como Los Rostros de María Lionza, Cerecita y Tierra Venezolana empezaron a consolidar a Yolanda como “La Bailarina del Pueblo Venezolano”.










Danzas Venezuela
En 1962, junto a su esposo, Manuel Rodríguez Cárdenas, insigne promotor cultural funda la Agrupación Venezolana de Danzas Nacionalistas y años después es llamada a dirigir Danzas Venezuela, institución que consolidó el movimiento de danzas nacionalistas en el país con proyección a naciones latinoamericanas, europeas y asiáticas donde ha ganado innumerables premios.

“Cuando hay un festival de danza yo exijo la investigación de la historia y el folclore y le doy mucha importancia porque esto es educación, porque no puede ser que una niña empiece a darle a la faldita de una manera y no sabe por qué lo está haciendo, por eso la danza no solo es baile, también es educación”, explicó.


Para el día de hoy Yolanda tiene en su haber más de 500 coreografías montadas, miles de alumnos que han pasado por sus manos y aún continúa asistiendo a su academia “a ver cómo está todo, y si tengo que dar una clase, la doy”.




“Yo soy venezolana, soy de todos ustedes”


-¿Qué es la danza para Yolanda Moreno?
-Para mí la danza es vida, es amor, es tragedia, es alegría, es belleza y es fealdad; lo tiene todo, pero tiene además algo más grande, que es la riqueza espiritual.

-¿Su música preferida?
-Nuestra música venezolana, porque dentro de ella cada música tiene un acento y una belleza que tenemos que descubrir poco a poco; por ejemplo, hay unos valses larenses hermosos, igual que un pajarillo o aquí el tambor coriano, eso te agarra y te hala.


-¿Algún Presidente a quien le gustara la danza?
-Al presidente Herrera Campins le gustaba mucho la música y la danza, tuve una oportunidad de ir con él en una gira y me llamó la atención ver cómo se emocionaba mucho oír la música como buen llanero; así como llegué a ver a Chávez zapateando joropo.


-Dicen que Carlos Andrés Pérez era un gran bailarín, ¿qué sabe usted acerca eso?, ¿era cierto?
-Oye, yo creo que sí, porque Carlos Andrés Pérez apoyaba muchos a las artes, el mayor apoyo que Danzas Venezuela ha recibido fue cuando Carlos Andrés Pérez. Y que conste que yo no soy de ningún partido; yo soy venezolana, soy de todos ustedes.




-¿Su mensaje a la juventud venezolana de hoy?
-Los llamo a que busquen cualquier rama de las artes: la pintura, la escultura, la poesía, la literatura en general, el arte de la danza o de la música; porque cuando haces algo de arte, te cambia el corazón; adquieres una manera distinta de pensar, te enriquece espiritualmente; eres mejor padre, mejor madre, hermano, amigo y un mejor ciudadano.