miércoles, 10 de septiembre de 2014

Guaranao una quebrada convertida en laguna


  • El acuífero atraviesa gran parte de la ciudad de Punto Fijo de noreste a suroeste
  • En su desembocadura inicialmente hubo una salina a la que se aprovechó desde la época precolombina
  • Con el tiempo las aguas residuales vertidas a ella la transformaron en una laguna que cumple procesos oxidativos
  • Hace más de 30 años fue decretada como parque metropolitano


LUIS AULAR LEAL
Fotos: Oniel Gómez
Reportaje publicado en el diario El Falconiano el 31 de enero de 2014 

 “Si se eliminan las aguas servidas que llegan a la laguna, desaparece todo el eco­sistema que se ha desarrollado a partir de ellas”. Explica Keysa Sánchez de González, ingeniera forestal egresada de la Universidad de Los Andes, quien por 33 años trabajó en el Ministerio del Ambiente y actualmente se desempeña como profesora agregada de la Universidad de Falcón en el área de Ingenie­ría Ambiental.

La quebrada que atraviesa la ciudad de noreste a suroeste, desemboca en el actual puerto de Guaranao que desde tiempos pre­colombinos hasta entrado el siglo XX fue una salina. Con el poblamien­to de Punto Fijo, las aguas negras terminaron desembocando en ella, aunque luego se cons­truyeron pozos sépticos y la red de cloacas.

Rememora la ingeniera Sánchez, que fue en 1985 cuando el colector de aguas negras que pasa al margen norte de la quebrada se partió en un sector, por lo que un gran caudal de esas aguas empezó a caer directa y permanentemente a Guaranao, hasta hacerlo la laguna que existe hoy.




Nació un nuevo ecosistema

Han pasado 29 años desde aquel momento y las aguas servidas produjeron el crecimien­to de un manglar, que generó un ecosistema completamente diferente. “Creció un frondoso manglar en el que habitan muchas especies animales y vegetales. Además se creó un paisaje visualmente atractivo que ahora debemos conservar”. La laguna tiene una profundidad máxima de apenas dos metros.


Contrario a lo que comúnmente se piensa, eliminar las aguas negras que se vierten la laguna de Guaranao nos sería la solución más adecuada. “Aunque también desembocan manantiales, quizás el 90 % del volumen que hoy constituye la laguna sean aguas servidas, por lo que si se eliminan, también desparece el paisaje actual, el manglar y las especies que ahí habitan”.




También apunta Sánchez que “las plan­tas que nacieron allí es decir, el manglar, por su naturaleza se nutren de los nitritos de las aguas negras y por lo tanto las purifican. Por eso, como hoy existe una gran cantidad de manglar, el mal olor ha disminuido en relación a los primeros años”.



Alternativas razonables para Guaranao

Además de la acción del manglar, Guara­nao se ha convertido en una laguna de oxi­dación de manera espontánea. “Una laguna de oxidación es un sistema donde se purifican las aguas con la presencia de oxígeno y calor, y esos elementos están presentes en Guara­nao, por lo que sin planificarlo surgió una la­guna de oxidación para las aguas negras del centro de Punto Fijo y sus alrededores”.




Sin embargo, eso no es suficiente para purificar las aguas hasta un nivel aceptable, por lo que habría que construir alguna planta de tratamiento y sistemas de oxigenación del agua como cascadas o algo similar, “para lle­var a las aguas de Guaranao a un estado don­de si bien no serán potables, sí permitirían el desarrollo de un parque náutico con canoas, cuestión planteada por muchos gobernantes a través de treinta años”.



Marco legal vigente sobre la laguna

En la década de 1970 fue decretado como Parque Metropolitano Guaranao, con admi­nistración del Instituto Nacional de Parques (Inparques). No obstante, comenta la especialista ambiental que nunca ha existido una oficina que lo administre directamente en Pun­to Fijo.



Por otra parte, la Ordenanza sobre el Con­trol y Preservación del Medio Ambiente, del Municipio Carirubana, actualmente en vigen­cia, prohíbe y sanciona la descarga de aguas negras a la laguna de Guaranao y existe una medida cautelar dictada por un tribunal de la república, que también aplica contra las aguas servidas que caen a Guaranao.




“Estoy segura que tanto la ordenanza como la decisión de la juez, fueron hechas de buena fe y que si se les explica debidamente los pormenores técnicos, científicos y ecoló­gicos a las autoridades, podrán adecuar las leyes, para garantizar que se preserve el eco­sistema que hoy existe en Guaranao y se de­sarrolle de la manera turística que desde hace décadas se ha planteado”, aseguró.