martes, 16 de septiembre de 2014

Dos visiones encontradas del 23 de enero

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  •         Recuperación de la democracia, día de alianza cívico-militar o final de una era dorada para Venezuela. Medio siglo después la histórica fecha sigue generando controversia


LUIS AULAR LEAL
Fotos: Archivo
Publicado en el diario El Falconiano el 23 de enero de 2014.

Con el propósito de ofrecer a nuestros lectores las dos versiones de los hechos, el diario EL FALCONIANO presenta en entrevistas exclusivas a Jóvito Alcides Villalba, hijo del dirigente que luchó contra la dictadura y Luis Felipe Llovera, nieto del general Llovera Páez quien gobernó de 1948 a 1958 junto a Marcos Pérez Jiménez ocupando varios cargos de importancia.

El doctor Jóvito Alcides Villalba, hijo mayor del fundador del partido Unión Republicana Democrática (URD) es economista y trabajó por 33 años en el Banco Central de Venezuela, acerca del tema, le preguntamos:


¿Qué representa para usted la fecha del 23 de enero de 1958?
- Fue el momento en que partidos políticos en la clandestinidad a través de Junta Patriótica se movilizaron y lograron crear dentro de las Fuerzas Armadas una situación que provocó la recuperación de la democracia.

Y digo recuperación porque erróneamente algunos la consideran como el nacimiento de la democracia y creo que ese hecho sería más bien el 14 de febrero de 1936, cuando por primera vez el pueblo salió exigirle al Gobierno y la gente se dio cuenta de que ellos tenían poder para cambiar las cosas.

- ¿Considera que la década militar le dejó algo positivo al país?
- Hay mucha gente que pretende justificar este período de la vida venezolana a partir de construcciones y autopistas, pero yo creo que la democracia a partir de ese 23 de enero tiene un historial de obras grandes y cumbres que se lleva en los cachos a las llamadas obras de la dictadura.

Torres del centro Simón Bolívar en construcción 

Hay que tomar en cuenta que antes de la dictadura el presupuesto nacional era mínimo, porque había una política de conservación y reserva de la riqueza petrolera, que luego se dieron concesiones a los norteamericanos y a partir de ahí el Estado empezó a tener grandes cantidades de dinero, que utilizaron para construir, pero también para robar, robaron hasta decir basta. Esa es la realidad de ese período, ahora ¿qué ellos hicieron obras?, claro, y es que tenían que hacerlas.

-¿Eso fue continuación del famoso plan Rotival ideado desde López Contreras para urbanizar a Caracas?
-Algunas cosas como la construcción de la avenida Bolívar fueron parte del Plan Rotival, pero hay otras que no y se les reconocen.

-¿Cree usted que aún está vivo el espíritu del 23 enero o ya se perdió?
-Más bien se ha restituido porque está más vigente que nunca la lucha por la democracia. De manera que el espíritu del 23 enero sigue vivo, pero con una baja que es el Partido Comunista de Venezuela (PCV), porque el PCV de hoy no tiene nada que ver con el de hace algunos años. Y tengo autoridad moral para decirlo porque aun siendo mi papá el fundador de URD, milité 40 años en el Partido Comunista de Venezuela.


Manifestantes queman vehículos de la Seguridad Nacional 

Lo que se ha perdido es el espíritu organizativo de los partidos políticos, porque las malas gestiones y la propaganda gubernamental ha hecho que la gente rechace los partidos en los últimos años, cuando es a través de ellos que se garantiza la supervivencia de la democracia, que tendrá defectos, pero mayores son las virtudes.

-¿Qué es lo que más recuerda de su padre?
- Su cariño, su dulzura como padre. Pero sobre todo su integridad. Fue un hombre recto, vertical, quien jamás hizo de su oficio político un negocio, que se murió en la misma pobreza con la que llegó a la política y que a nosotros sus hijos lo único que nos dejó fue el gran orgullo de un buen nombre, eso es lo que recuerdo de mi padre.


-¿Cuál cree usted que sería el mensaje de Jóvito Villalba si estuviese vivo hoy?
- Continuar luchando por la democracia, estoy seguro que estaría contra este Gobierno.

- Cuentan que en una oportunidad en la década de 1970 o 1980 cuando el doctor Villalba era senador, tuvo una discusión con un joven parlamentario y final se levantó el pantalón y mostrándole los tobillos le dijo: “¿Estás viendo estas cicatrices?, son de los grillos que llevé cuando luchaba por la libertad de Venezuela para que tu estuvieras aquí, así que cállese la boca. ¿Eso fue cierto?
- La anécdota es perfectamente factible, porque una de las características de papá es que era un fosforito, era muy irascible y sí tenía las marcas porque él estuvo engrillado durante cinco años; un año en La Rotunda y cuatro en el Castillo de Puerto Cabello.


- Otra sentencia que se le atribuye a su padre es que él decía que nadie podía escuchar un discurso que durara más de 45 minutos, “porque solamente un imbécil puede escuchar un discurso que dure más que eso”. ¿Es cierta esta anécdota?
- Es cierto. Eso se lo oí muchas veces. Él se cuidaba mucho de que sus discursos no fueran muy largos y que tuvieran contenido, además de la pasión que le imprimía como orador. Y a eso que tú me dices él le agregaba lo siguiente: “Los pueblos sajones que son naciones cultas, no aceptan nunca que en sus parlamentos ningún orador hable más de 45 minutos”. Él consideraba que todo se podía decir en ese tiempo.

Entrevista a Luis Felipe Llovera,
nieto del general Llovera Páez


Lleva con orgullo los dos nombres y el apellido de su abuelo, quien junto Marcos Pérez Jiménez fueron los principales líderes del Nuevo Ideal Nacional y gobernaron a Venezuela de 1948 a 1958. Luis Felipe Llovera, nieto, está por graduarse como especialista en Ciencias Políticas en Argentina, nación desde donde concedió la siguiente entrevista:

- ¿Qué significa para usted la fecha del 23 de enero de 1958?
- El 23 de enero de 1958 a mi juicio se inició un periodo donde se degradaron todas las estructuras del país, debido a gestiones de reconocida ineficiencia. Marca el fin del más grande proyecto político y económico hecho en el país y en la región en el siglo XX.

- Aunque no conoció personalmente a su abuelo, ¿qué le cuenta su familia sobre él y la década que gobernó junto al general Pérez Jiménez?
- Me cuentan que era una persona excepcionalmente brillante. A muy temprana edad quedó huérfano, de padre y madre, por lo que fue criado por su hermano mayor. Cuando terminó estudios, ingreso a la Escuela Militar, donde se graduó como alférez mayor.
 
Generales Luis Felipe Llovera Páez y Marcos Pérez Jiménez 

Me cuenta mi familia que era una persona sumamente decente, pero con carácter. Además única persona capaz de tutear al general Pérez Jiménez, por la amistad, el respeto que los unía y su visión compartida de lo que debería ser el país.

-¿Cuáles cree que fueron los logros más significativos del Nuevo Ideal Nacional?
- La eficiencia que se vio reflejada en enormes progresos en lo social, militar, económico y fundamentalmente el medio físico donde se realizaron grandes obras de infraestructura que se mantienen hasta la actualidad. Venezuela era el segundo país en todo el continente en organización sanitaria, luego de los Estados Unidos. Teníamos el menor coeficiente de mortalidad general, equiparable con países de Europa.


Fuimos el primer país en erradicar la malaria, se logró el incremento de la producción agrícola por encima de las necesidades de la población, encabezamos los mayores niveles de exportación del continente. Se realizaron construcciones de viviendas para la clase obrera y la gente dormía con las puertas abiertas. En el aspecto militar, se dio paso a un proceso de modernización y consolidación de las Fuerzas Armadas y se mantuvo una defensa real de la soberanía nacional.

-¿Cree que sería aplicable el Nuevo Ideal Nacional en la actualidad?
Si, a partir de la formación de una tercera vía adaptada a las necesidades y al contexto de hoy.

El primero de derecha a izquierda es el general Luis Felipe Llovera Páez, en el centro el general Marcos Pérez Jiménez 

- ¿Cuál sería su respuesta ante las reiteradas denuncias de torturas, represión y abolición del libertades que aún hoy hacen Acción Democrática, el Partido Comunista de Venezuela y la mayor parte de las organizaciones políticas venezolanas al régimen del general Marcos Pérez Jiménez?
-Se suele confundir el orden con la represión. Si bien estoy consciente que hubo víctimas, los gobiernos adecos y copeyanos no están exentos de tales acusaciones, pues ellos también ejercieron represión durante sus gobiernos.

-Su abuelo falleció en el año 1977, para ese momento, ¿qué pensaba de la situación del país de acuerdo a lo que le han contado sus familiares?
-Esos eran los años de la bonanza petrolera de tiempos del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, mi abuelo de comentaba a mi papá: “¡Lo que nosotros hubiéramos hecho con ese dinero!”, hasta sus últimos días consideró que el país se pudo haber desarrollado a niveles del primer mundo con todo el dinero que se derrochó.

-Como futuro especialista en ciencias políticas, ¿a qué cree que se debió el derrocamiento del general Pérez Jiménez?
- En primer lugar no lo considero derrocamiento, porque a ellos no los derrocaron, se fueron por no querer matar cadetes. Pero coincido con lo que en muchas entrevistas dijo el general Pérez Jiménez acerca de que “el pueblo no entendió la obra que se estaba realizando”. Por otra parte, él no tenía el carisma necesario para mantener enamorada a la población. Además, el contexto mundial exigía la reafirmación de libertades y derechos que no existían en una dictadura militar.



-¿Qué opinión le merecen las figuras históricas de Pedro Estrada y el ministro Vallenilla?
- Pedro Estrada, en mi opinión, fue el mejor policía de la historia de nuestro país. No por casualidad, el gobierno militar lo había mandado a Washington como una especie de agregado militar, después fue director de la Seguridad Nacional. Nunca antes Venezuela tuvo tan bajos índices de criminalidad, si bien se le reconoce las persecuciones a distintos partidos políticos, la mayoría de su gestión fue en beneficio de la seguridad del pueblo y la estabilidad del gobierno.

Pedro Estrada, director de la Seguridad Nacional 

En cuanto a Laureano Vallenilla Planchart, se le considera el ideólogo e intelectual del régimen. Una persona sumamente brillante de quien sus libros y los de su padre vale la pena leer.

-¿Qué piensa de la figura histórica de Rómulo Betancourt?
-  Al pensar en Rómulo Betancourt se me vienen a la mente sus propias palabras “que se me quemen las manos si toco el erario nacional” y se le quemaron. Fue de los personajes más deplorables de Acción Democrática, de quien algunos partidos quisieron crear el imaginario de padre de la democracia y no había persona más antidemocrática que él.

-¿Qué cree que hubiera pasado si Marcos Pérez Jiménez hubiera seguido gobernando al país?
- Hubiera continuado el proyecto político más grande realizado en Venezuela. No es fácil predecir lo que hubiera ocurrido, pero si podemos pensar en que hubiéramos sido el ejemplo de toda América Latina, que Venezuela estaría en las manos adecuadas y no en la improvisación, la corrupción y el sectarismo.