martes, 3 de julio de 2018

Monseñor Roberto Lückert: "Los políticos no me tienen miedo a mí, sino a las verdades que digo"


Considera plenamente válidas y necesarias las manifestaciones que exigen el restablecimiento del hilo constitucional, siempre y cuando sean pacíficas

LUIS AULAR LEAL
Foto: YUNIO LUGO / Cortesí Iamvenezuela.com Publicado en el diario El Falconiano el 8 de mayo de 2017.

Su santidad el papa Francisco insiste en el diálogo en Venezuela. Ha exhortado a los obispos del país servir como puente entre las partes y monseñor Roberto Lückert León, arzobispo emérito de Coro, está dispuesto a colaborar en esa tarea. Hace casi cuatro meses entregó oficialmente la arquidiócesis a monseñor Parra, no obstante, sigue en Coro, al menos por unos meses, y le ha tocado vivir la tensión y protestas de los últimos días.

En su nuevo rol como pastor emérito, hace un llamado a la cordura; espera que pronto unas elecciones limpias le devuelvan la paz a Venezuela y afirma que mientras Dios le de salud “y la lengua no se le paralice”, él seguirá denunciando lo que tenga que denunciar.

¿Había visto antes en Falcón protestas y manifestaciones como las de días recientes?
-Nunca. Tengo casi 24 años en Falcón y eso me ha permitido conocer la esencia y la idiosincrasia del coriano y el falconiano en general; este es un pueblo noble, cristiano, pacífico y leal, y si en este momento está protestando en la calles es porque está reaccionando ante una gravísima necesidad de sobrevivir; pero no se puede permitir que la protesta termine en saqueo o que vándalos aprovechen las protestas para cometer actos delictivos como ha pasado en el mercado viejo o Cruz Verde.

Es injusto que el pueblo agreda al pueblo, porque quienes trabajan en el mercado viejo son pueblo. Yo no estoy de acuerdo con ese salvajismo ni vandalismo que se vio ayer y anteayer en Coro.
 
- ¿Y en cuanto a las marchas?
- Aplaudo las marchas, eso es otra cosa, una demostración de civismo; felicito a todos aquellos falconianos que de manera pacífica han manifestado en las calles de Coro y Punto Fijo exigiendo la restitución del hilo constitucional y el respeto a las libertades y garantías democráticas. Esa es la manera de manifestar, pacíficamente, y esas protestas pacíficas merecen el respeto y la tolerancia del gobierno, por eso no podemos aceptar que una marcha para entregar un documento al defensor del pueblo sea dispersada de manera violenta y represiva por los cuerpos de seguridad, eso tampoco es correcto.

- Algunos dirigentes y manifestantes en las marchas opositoras han calificado como “blandos” a los pronunciamientos del papa Francisco sobre la situación de Venezuela, ¿han podido ser más asertivos estos pronunciamientos?

- El santo padre no puede tomar una actitud violenta contra el gobierno porque está hablando de jefe de Estado a jefe de Estado, por eso él exhorta permanentemente al diálogo, pero aparentemente ninguna de las dos partes quieren dialogar y optan por la salida de la violencia, que es lamentable y es lo que no quiere el Santo Padre.

El papa Francisco está muy preocupado por Venezuela, porque él fue protagonista de una terrible dictadura militar y teme que ante la angustia y el caos haya un alzamiento militar y se encarame en el poder una gorra tipo Pinochet; eso hay que evitarlo a toda costa, por eso habla del diálogo, de que el Gobierno y la oposición reconozcan sus errores para que haya una salida a este atolladero.

- ¿Cree que el presidente Maduro y su entorno inmediato tiene conciencia de lo que realmente está pasando en el país?

- No, porque hay ministros tan insensatos que han dicho que cuando la gente hace cola en los supermercados es porque tiene plata para comprar. Yo le pregunto a él: ¿Usted cree que un viejito hace una cola de ocho horas para comprar harina pan o papel toilette es porque tiene dinero? Claro que no. Hoy el sueldo mínimo, ni con aumento alcanza para nada.




El presidente Maduro y su equipo tienen que ver a Venezuela con ojos de amor y de misericordia. No puede ser que por salir a protestar se agreda al pueblo. No hay derecho que por razones políticas se esté enfrentado la gente en la calle y haya muertos.

- ¿Cuál sería la salida menos traumática a la crisis?
- Las elecciones; tanto las que tenemos pendientes, como adelantar tal vez las elecciones presidenciales. Si es verdad lo que dice el presidente Maduro, de que el pueblo está con él, entonces ¿a qué le teme? No tenga temor de medirse. Ahora viene con una Constituyente Comunal que es un invento cubano, que no tiene aplicación en Venezuela y por eso la gente lo está rechazando; por eso, la salida son las elecciones.

- Entonces, hay esperanza…
- Yo sí creo. Venezuela es un gran país, porque además de toda la riqueza que tenemos, la mayor riqueza del país son los jóvenes, las nuevas generaciones las que van a rescatar y están luchando por Venezuela. Pero si hay un cambio hay que entender que el partido que actualmente gobierna representa a una parte de la población y no puede permitirse una cacería de brujas.

Tiene que venir una reconciliación nacional y estos momentos difíciles, le digo al pueblo falconiano que no pierda ni la fe, ni la esperanza.


Roberto, de Maracaibo para Coro, arzobispo emérito

Además de estar al tanto de la situación del país, el monseñor Lückert se acostumbra a su cargo de arzobispo emérito, tras entregar la arquidiócesis el 14 de enero a su sucesor, monseñor Mariano Parra Sandoval. Decidió quedarse en Coro unos meses más “para ayudar a (monseñor) Mariano y luego me iré a Maracaibo”. Monseñor Lückert por primera vez en su vida reside en un apartamento, “yo no estoy acostumbrado al asensor ni a andar con este montón de llaves”.

Relata que como cualquier otro coriano vive y padece la ciudad. “Tengo que estar pendiente de cuando llegue el agua, sufro cuando se va la luz; y solo dos veces en cinco meses ha llegado la caja del CLAP, que no alcanza para nada… y yo creo que eso no lo saben muchos diputados. Yo conozco diputados elegidos por zonas muy importantes de Falcón que nunca han ido a visitar a los que le dieron en el voto para que llegaran a la Asamblea Nacional, y eso no puede ser, por eso es que el pueblo les da la espalda…”


- ¿Los políticos le temen?
- A mí no creo, a lo que le pueden temer es a la verdad, y mientras Dios me dé salud y la lengua no se me paralice seguiré denunciando lo que tenga que denunciar. Lo que pasa es que los políticos son hipersensibles a las críticas, para ellos tú no puedes criticar; ellos creen que uno va con el ánimo de desbaratarlos y acabarlos y eso no es así; la realidad es que yo tengo detrás de mí y a mi lado a un pueblo que está padeciendo hambre, carencia de medicamentos, inseguridad… ante eso ¿yo tengo que quedarme callado? ¡No! yo tengo que denunciar y eso ni les gustaba a los de la cuarta ni les gusta a los de la quinta república; son hipersensibles.

-Ahora que se irá a Maracaibo, ¿Cuáles son las principales enseñanzas se lleva de Falcón?
- En primer lugar la figura, el ejemplo y la obra de Iturriza. Fue mi papá, conoció como nadie el estado, quiso a Falcón y se hizo querer por los falconianos. También me llevo el cariño y la apertura del pueblo falconiano. Uno se queda abrumado por las demostraciones de afecto del pueblo. Eso sí para ganarse ese cariño uno tienen que entenderlos a ustedes, para el falconiano el valor más importante es el respeto, por eso ustedes son muy delicados, con ustedes uno no se puede jugar.

El falconiano aparenta ser hombre de costa pero no lo es… parecen costeños pero no lo son, tienen la montaña a 25 minutos; ustedes tienen una cristiandad, respeto y valores que vienen de siglos y eso los hace leales y solidarios, pero muy delicados…

-¿Cómo fue la conducta del pueblo falconiano cuando hace dos años usted tuvo un percance de salud que ameritó incluso una intervención quirúrgica?
- Me es imposible contar tantas muestras de apoyo, de cariño, las oraciones y la asistencia en los medicamentos, incluso los que no se consiguen. Me llegaron tantos medicamentos que luego los he regalado a enfermos y personas necesitadas. Esa solidaridad es una muestra fidedigna de la idiosincrasia del falconiano.

- ¿Cómo deja usted el Museo Arquidiocesano Lucas Guillermo Castillo?
- Mejor que como lo recibimos. El esfuerzo del monseñor Iturriza se ha honrado, solo que mantener el museo y restaurarlo cuesta mucho dinero. En ese particular tengo que dar muchas gracias al Señor y también a la gobernadora del estado y al Gobierno nacional por los aportes para restaurar el museo, que es sin lugar a dudas uno de los museos más ricos en la cuenca del Caribe.

Foto: Cortesía Iamvenezuela.com 


Actualmente estamos en la etapa de museografía que implica el montaje de las colecciones en las salas y logramos concretar la seguridad de la institución. Ahora toca lograr un recurso para mantener a los nueve empleados fijos. En este momento la arquidiócesis no tiene como pagarlos y es personal necesario pues son los encargados del mantenimiento y la administración de esa estructura. Esperamos que el 26 de julio la iglesia arquidiocesana de Coro abra nuevamente las puertas del museo.

- ¿Cuál es el balance y la enseñanza de sus 23 años y medio como pastor de la iglesia falconiana? - Puedo decir con satisfacción que este tiempo en esta tierra me ha permitido conocer y valorar al pueblo falconiano. Hice el esfuerzo de conocer a todo el estado Falcón y pudimos hacer obras que en su momento por falta de recursos no logró monseñor Iturriza, es decir, continuamos su obra en las cinco visitas pastorales que me tocó hacer por todo el estado.

Hoy dejo un clero joven cuya edad promedio de los sacerdotes son los 35 años. Tenemos 90 sacerdotes en toda la diócesis y eso es un logro de nuestro seminario. También tenemos una docena de sacerdotes jóvenes estudiando en el exterior preparándose para servirle a la arquidiócesis y eso es a todos los falconianos.

- ¿Cómo quiere que lo recuerde Falcón?

- Me siento muy feliz de haber estado y de estar en Coro. He disfrutado mi labor pastoral e hice todo lo que pude hacer por este pueblo. Dios me dio la oportunidad de internarme en el corazón del falconiano… ¿Qué cómo quiero que me recuerden? Como Roberto, que vino de Maracaibo, pero que es también de Coro. Un hombre que le fue siempre fiel a este estado.