LUIS AULAR LEAL
Foto: YUNIO LUGO / Cortesí Iamvenezuela.com Publicado
en el diario El Falconiano el 8 de mayo de 2017.
Su santidad el papa Francisco insiste en el diálogo en
Venezuela. Ha exhortado a los obispos del país servir como puente entre las
partes y monseñor Roberto Lückert León, arzobispo emérito de Coro, está
dispuesto a colaborar en esa tarea. Hace casi cuatro meses entregó oficialmente
la arquidiócesis a monseñor Parra, no obstante, sigue en Coro, al menos por
unos meses, y le ha tocado vivir la tensión y protestas de los últimos días.
En su nuevo rol como pastor emérito, hace un llamado a la cordura;
espera que pronto unas elecciones limpias le devuelvan la paz a Venezuela y
afirma que mientras Dios le de salud “y la lengua no se le paralice”, él seguirá
denunciando lo que tenga que denunciar.
¿Había visto antes en Falcón protestas y manifestaciones como
las de días recientes?
-Nunca. Tengo casi 24 años en Falcón y eso me ha permitido conocer
la esencia y la idiosincrasia del coriano y el falconiano en general; este es
un pueblo noble, cristiano, pacífico y leal, y si en este momento está protestando
en la calles es porque está reaccionando ante una gravísima necesidad de
sobrevivir; pero no se puede permitir que la protesta termine en saqueo o que
vándalos aprovechen las protestas para cometer actos delictivos como ha pasado
en el mercado viejo o Cruz Verde.
Es injusto que el pueblo agreda al pueblo, porque quienes
trabajan en el mercado viejo son pueblo. Yo no estoy de acuerdo con ese
salvajismo ni vandalismo que se vio ayer y anteayer en Coro.
- ¿Y en cuanto a las marchas?
- Aplaudo las marchas, eso es otra
cosa, una demostración de civismo; felicito a todos aquellos falconianos
que de manera pacífica han manifestado en las calles de Coro y
Punto Fijo exigiendo la restitución del hilo constitucional y el
respeto a las libertades y garantías democráticas. Esa es la manera de
manifestar, pacíficamente, y esas protestas pacíficas
merecen el respeto y la tolerancia del
gobierno, por eso no podemos aceptar que una marcha para entregar un documento al
defensor del pueblo sea dispersada de manera violenta
y represiva por los cuerpos de seguridad, eso tampoco es
correcto.
- Algunos dirigentes y manifestantes en las marchas
opositoras han calificado como “blandos” a los pronunciamientos del papa
Francisco sobre la situación de Venezuela, ¿han podido ser más asertivos estos pronunciamientos?
- El santo padre no puede tomar una actitud violenta contra
el gobierno porque está hablando de jefe de Estado a jefe de Estado, por eso él
exhorta permanentemente al diálogo, pero aparentemente ninguna de las dos
partes quieren dialogar y optan por la salida de la violencia, que es
lamentable y es lo que no quiere el Santo Padre.
El papa Francisco está muy preocupado por Venezuela, porque él
fue protagonista de una terrible dictadura militar y teme que ante la angustia
y el caos haya un alzamiento militar y se encarame en el poder una gorra tipo Pinochet;
eso hay que evitarlo a toda costa, por eso habla del diálogo, de que el
Gobierno y la oposición reconozcan sus errores para que haya una salida a este atolladero.
- ¿Cree que el presidente Maduro y su entorno inmediato
tiene conciencia de lo que realmente está pasando en el país?
- No, porque hay ministros tan insensatos que han dicho que cuando
la gente hace cola en los supermercados es porque tiene plata para comprar. Yo
le pregunto a él: ¿Usted cree que un viejito hace una cola de ocho horas para comprar
harina pan o papel toilette es porque tiene dinero? Claro que no. Hoy el sueldo
mínimo, ni con aumento alcanza para nada.
El presidente Maduro y su equipo tienen que ver a Venezuela
con ojos de amor y de misericordia. No puede ser que por salir a protestar se
agreda al pueblo. No hay derecho que por razones políticas se esté enfrentado
la gente en la calle y haya muertos.
- ¿Cuál sería la salida menos traumática a la crisis?
- Las elecciones; tanto las que tenemos pendientes, como
adelantar tal vez las elecciones presidenciales. Si es verdad lo que dice el
presidente Maduro, de que el pueblo está con él, entonces ¿a qué le teme? No
tenga temor de medirse. Ahora viene con una Constituyente Comunal que es un
invento cubano, que no tiene aplicación en Venezuela y por eso la gente lo está
rechazando; por eso, la salida son las elecciones.
- Entonces, hay esperanza…
- Yo sí creo. Venezuela es un gran país, porque además de
toda la riqueza que tenemos, la mayor riqueza del país son los jóvenes, las nuevas
generaciones las que van a rescatar y están luchando por Venezuela. Pero si hay
un cambio hay que entender que el partido que actualmente gobierna representa a
una parte de la población y no puede permitirse una cacería de brujas.
Tiene que venir una reconciliación nacional y estos momentos
difíciles, le digo al pueblo falconiano que no pierda ni la fe, ni la
esperanza.
Roberto, de Maracaibo para Coro, arzobispo emérito
Además de estar al tanto de la situación del país, el
monseñor Lückert se acostumbra a su cargo de arzobispo emérito, tras entregar la
arquidiócesis el 14 de enero a su sucesor, monseñor Mariano Parra Sandoval.
Decidió quedarse en Coro unos meses más “para ayudar a (monseñor) Mariano y
luego me iré a Maracaibo”. Monseñor Lückert por primera vez en su vida reside
en un apartamento, “yo no estoy acostumbrado al asensor ni a andar con este
montón de llaves”.
Relata que como cualquier otro coriano vive y padece la
ciudad. “Tengo que estar pendiente de cuando llegue el agua, sufro cuando se va
la luz; y solo dos veces en cinco meses ha llegado la caja del CLAP, que no
alcanza para nada… y yo creo que eso no lo saben muchos diputados. Yo conozco
diputados elegidos por zonas muy importantes de Falcón que nunca han ido a
visitar a los que le dieron en el voto para que llegaran a la Asamblea
Nacional, y eso no puede ser, por eso es que el pueblo les da la espalda…”
- ¿Los políticos le temen?
- A mí no creo, a lo que le pueden temer es a la verdad, y
mientras Dios me dé salud y la lengua no se me paralice seguiré denunciando lo
que tenga que denunciar. Lo que pasa es que los políticos son hipersensibles a
las críticas, para ellos tú no puedes criticar; ellos creen que uno va con el
ánimo de desbaratarlos y acabarlos y eso no es así; la realidad es que yo tengo
detrás de mí y a mi lado a un pueblo que está padeciendo hambre, carencia de
medicamentos, inseguridad… ante eso ¿yo tengo que quedarme callado? ¡No! yo
tengo que denunciar y eso ni les gustaba a los de la cuarta ni les gusta a los
de la quinta república; son hipersensibles.
-Ahora que se irá a Maracaibo, ¿Cuáles son las principales enseñanzas
se lleva de Falcón?
- En primer lugar la figura, el ejemplo y la obra de
Iturriza. Fue mi papá, conoció como nadie el estado, quiso a Falcón y se hizo
querer por los falconianos. También me llevo el cariño y la apertura del pueblo
falconiano. Uno se queda abrumado por las demostraciones de afecto del pueblo. Eso
sí para ganarse ese cariño uno tienen que entenderlos a ustedes, para el
falconiano el valor más importante es el respeto, por eso ustedes son muy delicados,
con ustedes uno no se puede jugar.
El falconiano aparenta ser hombre de costa pero no lo es…
parecen costeños pero no lo son, tienen la montaña a 25 minutos; ustedes tienen
una cristiandad, respeto y valores que vienen de siglos y eso los hace leales y
solidarios, pero muy delicados…
-¿Cómo fue la conducta del pueblo falconiano cuando hace
dos años usted tuvo un percance de salud que ameritó incluso una intervención quirúrgica?
- Me es imposible contar tantas muestras de apoyo, de cariño,
las oraciones y la asistencia en los medicamentos, incluso los que no se
consiguen. Me llegaron tantos medicamentos que luego los he regalado a enfermos
y personas necesitadas. Esa solidaridad es una muestra fidedigna de la
idiosincrasia del falconiano.
- ¿Cómo deja usted el Museo Arquidiocesano Lucas Guillermo
Castillo?
- Mejor que como lo recibimos. El esfuerzo del monseñor Iturriza
se ha honrado, solo que mantener el museo y restaurarlo cuesta mucho dinero. En
ese particular tengo que dar muchas gracias al Señor y también a la gobernadora
del estado y al Gobierno nacional por los aportes para restaurar el museo, que
es sin lugar a dudas uno de los museos más ricos en la cuenca del Caribe.
Foto: Cortesía Iamvenezuela.com |
Actualmente estamos en la etapa de museografía que implica el
montaje de las colecciones en las salas y logramos concretar la seguridad de la
institución. Ahora toca lograr un recurso para mantener a los nueve empleados
fijos. En este momento la arquidiócesis no tiene como pagarlos y es personal necesario
pues son los encargados del mantenimiento y la administración de esa estructura.
Esperamos que el 26 de julio la iglesia arquidiocesana de Coro abra nuevamente las
puertas del museo.
- ¿Cuál es el balance y la enseñanza de sus 23 años y medio
como pastor de la iglesia falconiana? - Puedo
decir con satisfacción que este tiempo en esta
tierra me ha permitido conocer y valorar
al pueblo falconiano. Hice el esfuerzo de conocer
a todo el estado Falcón y pudimos
hacer obras que en su momento por falta de recursos no logró
monseñor Iturriza, es decir, continuamos su obra en las cinco
visitas pastorales que me tocó hacer por todo el estado.
Hoy dejo un clero joven cuya edad promedio de los sacerdotes
son los 35 años. Tenemos 90 sacerdotes en toda la diócesis y eso es un logro de
nuestro seminario. También tenemos una docena de sacerdotes jóvenes estudiando
en el exterior preparándose para servirle a la arquidiócesis y eso es a todos
los falconianos.
- ¿Cómo quiere que lo recuerde Falcón?
- Me siento muy feliz de haber estado y de estar en Coro. He
disfrutado mi labor pastoral e hice todo lo que pude hacer por este pueblo.
Dios me dio la oportunidad de internarme en el corazón del falconiano… ¿Qué
cómo quiero que me recuerden? Como Roberto, que vino de Maracaibo, pero que es
también de Coro. Un hombre que le fue siempre fiel a este estado.