viernes, 20 de julio de 2018

Apagón deja sin electricidad a quirófanos y UCI del hospital universitario de Coro


La planta eléctrica no encendió debidamente y mientras activaban la antigua, los médicos continuaron su labor alumbrando con sus celulares y manteniendo la respiración artificial de los pacientes con las baterías de los ventiladores y manualmente durante los 40 minutos que tardó en reanudarse el servicio eléctrico

·        En la UCI las baterías de los ventiladores artificiales estuvieron a punto de agotarse

LUIS AULAR LEAL
CNP: 22.987
Foto: Cortesía personal médico del HUC

Justo cuando el presidente Nicolás Maduro encabezaba el acto de grado de miles de médicos integrales comunitarios, transmitido ayer jueves 19 de julio en cadena nacional, donde calificó de traidores a la patria a los médicos venezolanos formados en las universidades tradicionales, especialmente a los que han decidido emigar, un apagón dejó a oscuras al Hospital Universitario de Coro Dr. Alfredo Van Grieken.

Aunque los apagones son algo “normal” y casi diario en Falcón, este pudo ser fatal, pues la planta eléctrica no se activó y el principal centro de referencia del estado permaneció en penumbras desde las 5:10 hasta las 5:45 p.m., según informaron médicos y enfermeras del este centro asistencial, quienes prefirieron no ser identificados para evitar represalias.

Según ellos, “mientras Maduro nos llamaba traidores a la patria y cuestionaba nuestro profesionalismo en cadena nacional, con las linternas de nuestros celulares alumbramos el quirófano y estabilizamos a los pacientes, porque estuvimos sin electricidad por más de 20 minutos”.

Cabe destacar que en situaciones de contingencia, que especialmente Falcón se han hecho habituales, la planta eléctrica debe encender inmediatamente, pues en áreas como los quirófanos y la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) los pacientes dependen de respiración artificial en la mayoría de los casos.

“En la UCI gracias a Dios aguantaron las baterías de los ventilandores, estaban a punto de apagarse y si se apagan, puede morir el paciente, lo que están en riesgo son vidas”, comentó otro de los médicos. Por otra parte, en los quirófanos dos pacientes permanecían sobre las mesas operatorias; uno de ellos a punto de ser sometido a una colecistectomía (extracción de la vesícula biliar). 


En la UCI una paciente postcesareada se mantuvo en recuperación gracias a la batería del ventilador mecánico.

Enfatizaron los galenos que un paciente con anestesia general necesita obligatoriamente ventilación artificial, ya que los fármacos anestésicos deprimen el sistema respiratorio. Ante esta situación, los especialistas mantuvieron la respiración de los pacientes apelando a las baterías de los ventiladores o de manera manual durante todo el apagón; en otras palabras, les salvaron la vida.

 “Mientras nosotros estamos salvando las vidas de los venezolanos, Maduro nos ofende en cadena nacional, cuestiona nuestra calidad humana y vocación de servicio, pero los pacientes saben cuál es la realidad y prefieren confiar su salud y su vida en nuestras manos. Pena debería darle a cualquier persona al recibir un título de manos de Maduro, quien nunca pisó una universidad y ha destruido a Venezuela”, manifestó categóricamente otro de los médicos.

Reiteraron que la Medicina venezolana nada tiene que aprender de los “supuestos médicos” venidos de Cuba desde hace años. “Y decimos supuestos médicos, porque nunca presentaron sus credenciales ante el Colegio de Médicos de Venezuela, no sabemos sin son médicos o solo técnicos en salud”.

También lamentaron la inmensa cantidad de médicos nacionales que han emigrado a otros países. “El Presidente los llama traidores, pero, ¿qué pueden hacer aquí si no pueden atender a los pacientes cuando no hay insumos ni los recursos más elementales? Además, los sueldos que reciben los médicos y enfermeras en Venezuela son sueldos de miseria. Mientras los médicos y enfermeras, que salvamos vidas recibimos un salario de hambre, hay militares -que están formados para matar- que ganan hasta 500 millones de bolívares o más; eso da cuenta de cuál es la prioridad de este Gobierno, y no es precisamente la vida”.

Según explicaron, la energía eléctrica retornó al hospital gracias a la antigua planta. La nueva en el momento no encendió. Hacen un llamado a las autoridades regionales y nacionales para solucionar cuanto antes este tipo de eventualidades que en otras épocas era inconcebibles, pues lo que está en juego es la vida de los pacientes.